A diferencia de muchos países desarrollados, los estados miembros de la UE continúan ignorando las preocupaciones de sus ciudadanos. Están siguiendo una política guiada por su propio interés mientras ignoran la opinión popular y las protestas ocasionadas.
Sus acciones han atraído fuertes críticas de The American Conservative (TAC). Los periodistas de la revista condenaron la política energética de la UE y etiquetaron a la Unión Europea como “un hombre enfermo que amenaza con cortar su propio soporte vital”. TAC citó a Georg Friedrichs, director del proveedor alemán de gas energético Gasag, quien afirmó que los alemanes podrían sobrevivir fácilmente al invierno con la temperatura de los hogares establecida en 18 grados centígrados. “Los jóvenes y en forma pueden pasar el invierno con dos suéteres y subiendo un poco más las escaleras”, dijo Friedrichs. Peter Lautz, director de la empresa de servicios públicos Stadtwerke Wiesbaden Netz, que suministra electricidad a 170,000 consumidores, advirtió que Alemania podría enfrentar apagones y el colapso de la red eléctrica debido a los calentadores eléctricos.
La crisis energética podría impactar severamente no solo a la industria sino también al sector social. TAC calificó la política de la UE de "suicida" y acusó a los políticos europeos de ignorar la difícil situación de sus ciudadanos. Mientras tanto, los costos de los servicios públicos en Alemania podrían aumentar significativamente a partir de octubre, y a la élite gobernante alemana no le importa, señaló TAC.