El rendimiento del bono gubernamental a 10 años de Japón superó recientemente el 2%, acercándose a un máximo de 27 años, mientras el Banco de Japón propone aumentos de tasas continuos y medidos. Perspectivas de la reunión de diciembre del BOJ revelan una amplia discusión entre los responsables políticos sobre medidas de ajuste adicionales, incluso después de que el incremento de la tasa del mes pasado alcanzara un pico de varias décadas. Algunos responsables subrayaron que, en términos reales, la política actual continúa lejos de ser neutral y abogaron por incrementos graduales para mitigar los riesgos inflacionarios. Por el contrario, hubo preocupaciones de que tasas persistentemente bajas hayan devaluado el yen y elevado los rendimientos a largo plazo. Ajustes de tasas efectivos y oportunos podrían potencialmente estabilizar las expectativas de inflación y los mercados de bonos, apoyando un camino cauteloso pero constante hacia la normalización de la política monetaria. Además, datos recientes indicaron que la tasa de inflación anual de Tokio se redujo a un 2% en diciembre, por debajo de las previsiones, a medida que las presiones en los costos de alimentos y energía se suavizaron, señalando tendencias potenciales a nivel nacional. Mientras tanto, el presupuesto propuesto por el gobierno, que rompe récords con ¥122.3 billones para el año fiscal 2026, está bajo un estrecho escrutinio por parte de los mercados, anticipándose que impulse los rendimientos a largo plazo.