El lunes, el Ibovespa experimentó un leve descenso del 0,3%, cerrando en 160.490, ya que las pérdidas en acciones bancarias y vinculadas a materias primas ejercieron presión sobre el índice. El sector financiero sufrió la mayor parte de las caídas, con Santander bajando un 2,7% y Banco do Brasil un 0,6%. Mientras tanto, el peso pesado Vale registró una disminución del 1,5%. Otras pérdidas notables incluyeron WEG, Rede D’Or y Sabesp, que cayeron en un rango de 0,7% a 1,7%. Azul continuó su trayectoria descendente, tras una caída de casi el 30% el viernes atribuida a la emisión de aproximadamente 1,4 billones de nuevas acciones, lo que diluyó significativamente el valor para los accionistas existentes. En contraste, tanto Petrobras como Ambev lograron registrar ganancias de aproximadamente el 0,5%. A pesar de la sesión de negociación moderada, el mercado continuó anticipando una reanudación de los recortes de tasas de interés el próximo año, impulsado por el último dato del índice de inflación IPC-M que mostró inesperadamente un alivio, resultando en una lectura de deflación anual del 1,05% en lugar del aumento esperado.