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USD/JPY. Juego a la baja

La semana pasada, el par dólar/yen alcanzó máximos de 4 meses en 151,87. Los compradores no se arriesgaron a asaltar la cifra de 152: este paso acarrearía inevitablemente las consecuencias conocidas en forma de intervención monetaria por parte de las autoridades japonesas.

 USD/JPY. Juego a la baja

La razón formal del fortalecimiento del yen fueron los datos sobre el crecimiento de la inflación en Japón publicados el viernes (hablaremos de ellos más adelante), que de facto resultaron favorables a la divisa nipona. Cabe señalar que todos los factores fundamentales anteriores, que contribuyeron al fortalecimiento del yen, fueron ignorados con seguridad por el mercado. Sin embargo, esta vez los compradores del par usd/jpy decidieron tirar del freno a toda prisa, sin arriesgarse a ir más allá. Después de todo, más allá es un territorio inexplorado, que no ha sido tocado por el pie de un trader en el período de la historia moderna, o para ser más precisos, desde finales de los años 80 del siglo pasado.

Por lo tanto, en este caso hemos presenciado, por así decirlo, una "autorregulación": los operadores decidieron no poner a prueba su suerte por temor a las intervenciones monetarias.

Permítanme recordarles que el año pasado el par actualizó el máximo anual (151,92) y dio un giro de 180 grados, recordando que en el nivel de 151,96 estalló la paciencia de las autoridades japonesas en 2022 - entonces se llevó a cabo una intervención monetaria a gran escala, que fortaleció el yen en varios miles de puntos.

Como vemos, en 2024 la situación se repitió: los compradores subieron hasta 151,87 y se detuvieron.

Llegados a este punto, no podemos decir que se haya producido un cambio de tendencia. Todavía no: cada punto a la baja es entregado a los osos del par usd/jpy con gran dificultad, y los compradores recuperan rápidamente sus pérdidas.

Existe una situación de estancamiento: los compradores no pueden subir más debido al riesgo de intervención de la divisa, los vendedores no pueden desarrollar un movimiento estable al sur debido a la insuficiente demanda de la divisa japonesa. En cuanto el par retrocede varias decenas de puntos, los operadores abren posiciones largas, apagando así el impulso al sur.

Y ello a pesar de que el trasfondo fundamental existente favorece al menos un descenso correctivo a gran escala del par usd/jpy, si no un cambio de tendencia.

En primer lugar, la inflación. En segundo lugar, el aumento del riesgo de intervención monetaria.

Como sabemos, el Banco de Japón subió la tasa de interés en 10 puntos al final de la reunión de marzo, poniendo fin a la era de las tasas negativas. Al mismo tiempo, Kazuo Ueda señaló que si la inflación aumenta, el regulador podría considerar nuevas subidas.

Pocos días después de la reunión se publicaron datos que indicaban la aceleración de la inflación en Japón.

Por ejemplo, el índice general de precios al consumo subió al 2,8% en febrero, tras caer al 2,2% en enero. Se trata de la tasa de crecimiento más fuerte desde noviembre del año pasado. En los tres meses anteriores, este índice había descendido sistemáticamente. El índice de precios al consumo, excluyendo los precios de los alimentos frescos (un indicador clave seguido por el Banco de Japón) también se aceleró hasta el 2,8%, tras descender al 2,0%. Este indicador también había bajado durante tres meses, pero en febrero alcanzó su nivel más alto desde el pasado mes de octubre.

La estructura del informe apunta a que la energía bajó de precio sólo un 3% en febrero. Se trata del resultado más débil de los últimos 11 meses. En comparación, este componente del IPC cayó casi un 14% en enero. La electricidad bajó un 2,5% (21% en enero) y el gas un 9,4% (-15,3%). El coste de los alimentos subió en Japón un 4,8% (en enero, un 5,7%), y el ocio y el entretenimiento, un 7,3% (el mes anterior, un 6,8%).

Y aunque es demasiado pronto para hablar de un mayor endurecimiento del MPC, la persistencia de las presiones sobre los precios por encima del nivel objetivo del 2% permitirá al regulador japonés mantener la tasa de interés en terreno positivo a pesar de la continuación de la política acomodaticia.

Los riesgos de intervención monetaria, que han aumentado considerablemente en los últimos tiempos, también juegan a favor de la moneda japonesa. El Viceministro de Finanzas japonés, Masato Kanda, declaró recientemente que el Ministerio de Finanzas vigila los movimientos de las divisas "con gran preocupación". El jefe de la diplomacia monetaria de Japón, que tiene potestad para dar instrucciones al banco central para que intervenga, advirtió que podría tomar las medidas oportunas en respuesta a un debilitamiento excesivo de la moneda. Al mismo tiempo, se negó a responder a la pregunta de dónde está la teórica "línea roja".

Pero a juzgar por el comportamiento del par usd/jpy, esta línea se sitúa cerca de los límites de la figura 152. Los compradores no pudieron/no se atrevieron a entrar en esta zona de precios en 2022, en 2023, y como podemos ver - en 2024.

Así pues, dado el renovado crecimiento de la inflación en Japón, así como las amenazas directas del jefe de la diplomacia monetaria, podemos suponer que los operadores del par usd/jpy alcanzaron su techo la semana pasada. Aunque el par suba por alguna razón, está garantizado que volverá a bajar, ya sea voluntariamente (a través de la "autorregulación") o por la fuerza (a través de la intervención monetaria).

En consecuencia, es razonable considerar las subidas de precios como un motivo para abrir posiciones cortas. Los objetivos más próximos para el movimiento hacia el sur son 150,80 (la línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el marco temporal H4) y 150,40 (la línea Kijun-sen en el mismo marco temporal).

*El análisis de mercado publicado aquí está destinado a aumentar su conocimiento, pero no a dar instrucciones sobre cómo realizar una operación
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