El grupo alemán de estudios de mercado GfK y el Instituto de Decisiones de Mercado de Núremberg (NIM) han revelado en una encuesta reciente que es probable que la confianza de los consumidores en Alemania siga mejorando a un ritmo lento. Esto se debe, en parte, a la previsión de un repunte económico en la segunda mitad del año.
Según la encuesta, el índice adelantado de confianza de los consumidores aumentó a -27,4 en abril, lo que supone una mejora respecto al -28,8 de marzo. Sin embargo, esta cifra sigue estando ligeramente por debajo de la puntuación prevista de -27,9.
En marzo, tanto las expectativas económicas como las de ingresos experimentaron ligeras mejoras. En cambio, la disposición a comprar de los consumidores se mantuvo prácticamente igual. La propensión al ahorro contribuyó notablemente a la confianza general de los consumidores. A pesar de un descenso de cinco puntos, el índice del ahorro mantuvo una cifra significativamente alta de 12,4.
Rolf Burkl, experto en consumo del NIM, destacó la lenta y gradual progresión de la recuperación del clima de consumo. Para lograr una recuperación económica duradera, argumentó, es necesario que disminuya la inflación y que se establezca una estrategia política definitiva para planificar el desarrollo financiero del próximo año.
En marzo, el índice de expectativas económicas subió 3,3 puntos, situándose en -3,1. Sin embargo, el grupo de estudios de mercado sugirió que la economía sigue sin un impulso duradero, y que sólo se prevé una leve recuperación para la segunda mitad del año en curso.
Se cree que esta previsión se verá reforzada por la reducción de los tipos de interés prevista por el Banco Central Europeo para mediados de año. En consecuencia, el indicador de expectativas de renta ganó 3,3 puntos en marzo, situándose en -1,5. Se trata del mejor dato registrado desde febrero. Se trata del mejor dato registrado desde febrero de 2022, antes del inicio de la guerra en Ucrania.
Se sugiere que el ligero repunte del optimismo en materia de ingresos es un reflejo de la evolución de las subidas salariales colectivas, según GfK. Por otra parte, la propensión a gastar de los consumidores sigue a la zaga del crecimiento de los ingresos, y el índice correspondiente disminuyó a -15,3 desde el -15,0 anterior de febrero. El GfK interpreta esta baja propensión a la compra como indicativa de la extrema incertidumbre entre los consumidores, que tienden por ello a conservar sus recursos financieros.