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Aluminio
Los expertos de Wood Mackenzie asumen que para fines del siglo XXI, la temperatura global aumentará en casi 3°C. En este contexto, la demanda de aluminio en el sector de la energía solar aumentará rápidamente. En 2020, se utilizaron alrededor de 2,4 millones de toneladas de este metal en la industria de la energía solar. Se espera que esta cantidad aumente a 4,6 millones de toneladas en 2040. El aluminio se usa típicamente en los marcos de los paneles solares y sus partes estructurales. Si el calentamiento global se mantiene dentro de 1,5°C, la demanda de aluminio en el sector solar representará el 12,6% del consumo mundial de aluminio para 2040. En 2020, la participación de la energía solar en el consumo de aluminio fue del 3%.
Zinc
Wood Mackenzie también señala que solo el recubrimiento de zinc puede garantizar una protección barata y duradera contra la corrosión. Este metal se utiliza en la producción de paneles solares. Según el grupo de consultoría, en la industria de la energía solar se utilizan anualmente alrededor de 0,4 millones de toneladas de zinc. Si la temperatura global sube 3°C a finales de este siglo, el consumo de zinc también aumentará. Se prevé que este número aumente a 0,8 millones de toneladas para 2040. Si el calentamiento global se limita a 2°C, el consumo de zinc aumentará a 1,7 millones de toneladas al año para 2040. Los analistas predicen que si el aumento de la temperatura global se limita a 1,5°C , el uso de zinc en el sector solar no superará los 2,1 millones de toneladas por año.
Cobre
El grupo de consultoría nombra al cobre como otro metal cuya demanda aumentará. El cobre se utiliza en cables de transmisión de energía y colectores solares térmicos. El informe supone que la demanda de este metal base, respaldada por la generación activa de energía solar, aumentará del nivel actual de 0,4 millones de toneladas a 0,7 millones de toneladas en 2040. Para este año, se espera que el consumo de cobre en el sector solar suba a 1,3 millones de toneladas, dado que el calentamiento global se mantiene en 2°C. Si la temperatura global sube 1,5°, el consumo del metal rojo aumentará a 1,6 millones de toneladas por año en los próximos 20 años.